Si eres una persona autónoma, sabrás que además de las cuotas a la Seguridad Social, también debes pagar una serie de seguros; algunos obligatorios y otros voluntarios. Una duda frecuente que surge en el momento de la contratación de un seguro para autónomos es la de si optar por un seguro con baremo o sin baremo. Si tú tampoco lo tienes claro, hoy te sacamos de dudas.
¿Cuál es la diferencia entre los seguros para #autónomos con baremo o sin baremo?
Ser una persona que trabaja por cuenta propia implica contratar una serie de seguros. Por un lado, aquellos que son obligatorios para desempeñar la actividad y, por otro, los que pueden proporcionar ventajas adicionales.
Dentro de estos últimos figuran los seguros de salud o, concretamente, los que cubren las bajas laborales. Una situación de extrema complejidad al trabajar por cuenta propia, ya que puede suponer una interrupción completa de la actividad y, por tanto, de los ingresos.
Con este seguro, lo que se obtiene es un complemento frente a la indemnización que ofrece la #SeguridadSocial. ¿Y por qué es interesante contar con otro ingreso como apoyo? Porque el grueso de personas autónomas en nuestro país cotiza por la base mínima. En consecuencia, la cifra de ingresos por la indemnización será también muy reducida.
Sin embargo, al contratar un seguro privado también surgen algunas cuestiones que hay que plantearse. La principal es la elección entre un seguro con baremo o sin baremo. Pero, ¿qué significa este concepto?
Seguro de baja baremado
Un seguro con indemnización por baja laboral baremada es aquel cuya prima tiene un importe inferior al seguro estándar. El motivo se encuentra en que no se paga la totalidad de la prima, sino una parte que corresponde a los servicios concretos de los que se haga uso.
Las características de las coberturas son exactamente las mismas; se obtiene una cobertura médica de calidad y se tiene derecho a la asistencia inmediata. La diferencia está en que la cuota no es fija, sino que se reduce al mínimo y, a partir de ahí, cada mes se verá incrementada según los servicios que se hayan utilizado.
Aunque el precio se alce, el coste seguiría siendo inferior, salvo en casos puntuales que requieran múltiples servicios médicos; tanto en comparación con la póliza tradicional como con el acceso directo a la sanidad privada sin seguro.
Como ventaja añadida, el seguro baremado no se ve afectado por ningún tipo de restricciones, como sucede en los seguros de salud tradicionales. En estos, las patologías previas quedan excluidas de los servicios que se cubren.
En los seguros con indemnización por baja laboral baremada, puesto que solo se paga el importe mínimo, habría que pagar por cualquier consulta o servicio médico que se requiera, con independencia de si se trata de una patología que ya existía o de una nueva dolencia. Dicho de otro modo, el historial médico previo es irrelevante.
En los seguros tradicionales de salud, el importe a pagar se incrementaría desorbitadamente, dado que se seguiría necesitando la atención médica por las dolencias existentes. En este caso, se mantiene en rangos aceptables.
¿Es mejor el seguro con baremo o sin baremo?
Ahora que ya conoces que es el seguro con baremo o sin baremo para personas autónomas, la pregunta importante es la de si vale la pena o no. Aquí debemos poner el foco en el cálculo de la indemnización en sí misma, que también tiene sus pros y sus contras, aunque estos últimos menores a la opción sin baremo.
Al producirse un siniestro, en los seguros baremados se emplean unas tablas de referencia para conocer el importe de la indemnización, que es ajena al tiempo que se esté de baja. En los no baremados, es un perito quien determina el importe y, por el propio beneficio de la compañía aseguradora, se tiende a la baja.
Sin embargo, en un seguro baremado no hay una valoración subjetiva, sino que hay una cantidad previamente establecida por cada daño que se sufra y que es progresiva en función de la gravedad. Eso sí, también se investigan las causas para descartar la existencia del dolo, tal y como sucede en los no baremados.
Estas cantidades van acompañadas de un número específico de días. Por tanto, a diferencia de las bajas tradicionales, no hay un seguimiento porque se cobra toda la indemnización al comienzo de la baja, lo que garantiza una mayor tranquilidad.
¿Y cuáles son los inconvenientes que debemos valorar? Que el siniestro debe figurar en las tablas de referencia para que sea cubierto y que, de haber complicaciones, estas no serán cubiertas. Ante este panorama, la única solución posible para valorar si es mejor un seguro con baremo o sin baremo es consultar todas las condiciones de cada compañía y escoger la que ofrezca mayores coberturas, cuantías por cada daño y, en general, una mayor seguridad ante una baja laboral.
Belsué Mediación de Seguros
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